miércoles, 29 de diciembre de 2010

    Es inútil desperdiciar la vida en un solo camino, sobre todo si ese camino no tiene corazón. En el momento en que despertamos sabemos que estamos viviendo un día más, que tal vez el día anterior pedimos ya no despertar, solo porque nos sentíamos tristes, melancólicos e incapaces de realizar algo o porque no estábamos con la persona que deseábamos, pero el momento de resignación llega y hay que probar un día nuevo, hay que ver hacia dónde iremos en ese momento, luchar por lo que ayer no pudimos realizar, luchar por lo que amamos, luchar por lo que soñamos, pasar por muchos caminos, pero solo encontrar un corazón.

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